El entierro de la zorra
Esta tradición jayenuzca se llevaba a cabo antiguamente durante los carnavales. Consiste en que dos hombres —uno vestido de cura y otro de monaguillo— van rociando agua con una escupidera —a modo de acetre— y un escobín de esparto —como hisopo— a todo el que se les acerca, mientras lloran y gritan: "¡Qué lástima que se ha muerto la zorrica!". Para el entierro llevaban un pellejo de zorro relleno de paja. Todos los lugareños y visitantes participaban detrás en procesión, también llorándole falsamente a la zorrica. Al final era enterrada en el corral de algún asistente y todo terminaba en una fiesta con bailes y bebidas.
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